martes, 21 de octubre de 2008

TRAS LA PUERTA DE TANNHÄUSER
















"todos esos momentos se perderán en el tiempo...
como lágrimas en la lluvia
"



Eres ya amargo veneno aciago

Nostalgias rígidas
como estatuas de héroes olvidados
en cursis jardines otoñales

Por ejemplo…
Matarnos de risa en el intercambiador
de Nuevos Ministerios
tropezar abrazados escaleras abajo
con el corazón en la boca

Por ejemplo…
Sacarle jugo a los rostros perturbados
de los transeúntes

pisar los adoquines mojados del invierno

o Libar tu sexo en la penumbra húmeda del portal
mientras arriba... mamá te llama a cenar

Nostalgia… piedra

Sueño… candado

Piel… lisa extensión de metal fundido

Rumor… lejanas voces que ya no llegan a mi oído

Ilusión… torpes pasos a ciegas en el bosque nocturno

Es hora de vivir.

martes, 2 de septiembre de 2008

Oblivion
















En el país del verano recogí frutos amargos
donde antes probaba las lúbricas cerezas del alto valle
brevas carnosas en la sombra de tu huerto fresco
junto al mar
gustando el aire salado en tu rostro moreno

En el país del verano
sufrí la calma bochornosa de un tórrido sol de plomo
donde antes la brisa empujaba nuestro velero
de la cálida bahía de tus senos al ancho mar generoso
de la ilusión

Hacia el país del otoño
camino con paso incierto
por los umbríos castañares
de la tarde…
pisando hojas secas de antiguos inviernos
tropezando con mi sombra estirada en el sendero
buscándote tras la curva
junto al arroyo
bajo el cerro
sobre el puente sentados…
de nuevo

miércoles, 25 de junio de 2008

ISLA DE ONS



















Sobre los recuerdos de antiguos estíos
vagabundea la mente mirando la sierra
dormida al sol, entre calimas de fuego…

Cuando de noche,
sobre la colina en la isla verde
contemplábamos el camposanto celta
bajo la primera luna del verano
antes que un joven sol fresco y redondo
surgiera rojo del océano
acunado por la brisa lenta de la aurora

Nuestra última noche en la isla se hizo corta
amándonos sobre la hierba
apurando los últimos minutos del primer amor

…como el último sorbo de albariño
en la taberna marinera antes de cerrar

Así estrujábamos la esencia de un amor tan dulce
destilado lentamente en días largos bajo el sol
tardes lánguidas de playa entre amigos
paseos hacia el faro del acantilado
donde moraba el mago de la ría

Allí en el punto donde dicen,
Se despeñan las últimas estrellas lácteas del Camino…

apuré mis diecisiete entre tus muslos
donde quise perderme para siempre,
sobre la tierra
bajo el cielo grande
navegando en el mar de tus ojos,
una vez más.


martes, 13 de mayo de 2008

AGUACERO




















Anhelaba el aguacero desprendido de repente
arrojado de golpe cielo abajo
por las nubes de mayo

Anhelaba tu cuerpo repetido 
en largas noches de invierno
suaves tardes otoñales de domingo
en tu salón
de woody allen a tus pechos
de tus pechos al balcón
y de nuevo entre las sábanas...

Anhelaba todo eso…
las fotos repetidas por las paredes,
Marruecos, la sierra, cumpleaños, besos, catedrales

Lejanos fotogramas grabados en el pecho
muertos para siempre...
y cada vez, duelen menos

lunes, 21 de abril de 2008

LA NOCHE EN ASIRIA
























Estuve toda esa tarde de invierno
en el Metropolitan Museum
paseando junto al templo egipcio
bajo su enorme cámara acristalada
vi la nieve que al caer sobre el vidrio empañado
se acumulaba dulcemente
tiñendo la estancia de una suave luz crepuscular

Luego pasé a la estancia
donde estelas babilónicas
mostraban dioses alados
recogiendo rígidamente el codiciado fruto

Leí la transcripción de antiguas tablillas
en que morenas princesas dolientes
hace miles de años...
añoraban al amado junto a la acequia
al pie de la palmera,
resguardadas bajo su sombra
del desierto abrasador

Recordé entonces una noche del verano anterior...

Kara me invitó a su estudio,
un enorme loft destartalado
Sobre la calle West Broadway

De los cafés subían las risas alcohólicas
de una cálida noche llena de sueños y promesas

Manhattan palpitaba lúbrica bajo la luna de agosto

Entre copas de vino me mostraste tus dibujos
en la última edición de vuestra revista
un rudo fanzine, crudamente urbano… casi como tú
arcaica y metropolitana a la vez

Al contraluz de la farola
a través del ventanal
contemplé de nuevo
tu largo pelo negro,
tus grandes ojos almendrados
tu hermosa y altiva nariz oriental
tu perfil hierático…
como las diosas asirias de los frescos

Felina y hermosa
te arrancaste la ropa de un zarpazo
y me invitaste a gustar
el recóndito pliegue de tu pubis

Con hambre de siglos probé
dulces libaciones de hidromiel
y tus gemidos espantaron
de golpe
las garzas blancas del palmeral.

martes, 8 de abril de 2008

INOPORTUNO DOLOR



Te dejé marchar y te alejaste llorando
Lloramos toda una mañana bajo la lluvia de febrero
Nos abrazamos bajo las cálidas mantas
Y enjugaste mi rostro mojado varias veces
mientras el pedernal de mi pecho se quebraba bajo el tuyo

Lloraba la impotencia de no poder quererte
Lloraba por mis manos inmóviles
incapaces de estrecharte
Mis amargos labios sellados
que no pudieron besarte
con la dulzura que los tuyos exigían

Nos amábamos lúbricos, 
violentamente a zarpazos
embistiéndonos como animales heridos
y, a pesar de todo…
ardía el deseo en la pira en que enterramos el amor

Corazón amordazado ya tres años
aprisionado en anhelos imposibles y recuerdos sin fruto

No te dejé entrar en mi alma
La poca ilusión que en mi pecho generabas 
se arrastraba doliente a nuestros pies 
buscando calor entre las sábanas

Ahora gimes bajo el abrazo de mi amigo
aquel que te ha sabido querer y anhela tus llamadas
tu voz cálida, tus grandes ojos verdes sonrientes
a cuya lumbre se calienta hora

Y yo me pudro de impotencia
mientras pasáis riendo bajo el sol de abril

¿hasta cuándo azotará mis sienes
la ventisca de un invierno largo?

¿En qué rincón se esconde la primavera de mi alma?


martes, 25 de marzo de 2008

SOBRE EL TEJADO DE ZINC... DE NUEVO

























No sé muy bien qué he visto en ti
Quizás... Un cuerpo bonito y moreno
Unos pechos rotundos y firmes
tal vez más de lo que tu edad
Podría hacer pensar

Ese pequeño trasero, de curvas perfectas
Y tu pobre piernita dañada por un accidente
Enfundada siempre en una venda,
¿Qué habrá allí debajo?
Nunca quieres enseñármelo.



Al tercer día me tuviste toda la tarde
entre tu mesa y tu cama
Cálidamente envolviéndome con tu conversación
Contándome terribles secretos inconfesables
De maltratos, amores perdidos, trabajos,
ruinas familiares…

Pero no me tocaste ni un momento
Sólo dejabas que mi mano acariciara tu espalda y tu pelo
Que te hiciera masajes evitando tan sólo unos centímetros
Allí donde termina tu piernecita herida
Y empieza la hendidura de tu dulce pubis

Delicioso triángulo negro…
Que me muero por probar
Como los panaderos prueban el pan,
con la boca
diría Ángel González...

Al cuarto día te arrojaste
Gata lúbrica y espástica
Sobre mi pecho, mis labios y mi miembro

Me vi envuelto en un torbellino de besos
Manos, piernas, labios y esa larga cabellera negra...
Y brevemente apuntaste tu grupa hacia mí para que penetrara
Repentinamente entregada a un breve e intenso celo….


Pero pronto acabó todo.
Volvieron tus cigarrillos, tus bacardis con cocacola
Tus comentarios sobre la actualidad
Como si nada hubiera pasado

Tan sólo sentí quizás que tu alma descansaba en paz
de su sufrimiento
Unos minutos, unas horas tal vez
Te abrazaste a mí y dejaste…
Que por fin el sueño te venciera

Y ahora no quieres que me crea
Que esto se puede repetir
Dices que ese otro al que dejaste hace meses
Te hace caer en la tentación

El deseo es más fuerte que tu razón

Y este sábado, lo sé, lo sabes
Volverás a caer en su dulce tentación
él saldrá de allí con una nueva herida...
y tú más confusa que antes...


A mí me tienes…
Esperando el quinto día

Intentando evitar volver a llamarte casi todas las tardes

Aunque sé que la única manera de que vuelva a probarte
Será si lo haces
Por tu propio pie.

martes, 4 de marzo de 2008

NORTH COUNTRY GIRL FROM SEATTLE




















Isabelle's Garden", imagen cedida por la artista canadiense  Gale Franey



Well, if you're travelin' in the north country fair,

Where the winds hit heavy on the borderline,
Remember me to one who lives there.
She once was a true love of mine.

Please see for me if her hair hangs long,

If it rolls and flows all down her breast.
Please see for me if her hair hangs long,
That's the way I remember her best
 
BOB DYLAN


Se llamaba Lara… era esquiva como el rayo de luna que perseguía Bécquer en el bosque de la noche, que cuanto más se acercaba, más lejos viajaba su reflejo.

Sentados en el teatro del aquel High School de Seattle, mis amigos y yo veíamos entrar a Lara. Alardeaba de que su madre era hippy y ella había vivido hasta el años anterior en San Francisco.

Aparecía con su largo pelo rubio, sus grandes ojos verdes y felinos, alta y espigada, sus vaqueros ceñidos en torno a ese rotundo y estilizado trasero y una chaqueta de ante con flecos. Al entrar contoneándose como una orgullosa vaquera iba despidiendo ese inconfundible perfume de hembra altanera y narcisa… con fondo amargo. Los tacones de sus botas camperas resonaban desde lejos y el eco de su risa rompía contra las puertas metálicas del auditorio. Ya lo decía mi primo... Te queda grande, chaval. Pero yo nunca hacía caso de mi primo...

Para mí era como una ninfa escandinava salida del señor de los anillos, un comic gótico de guerreras fantásticas o una canción de Led Zeppelin, como esa chica que venía de California “with love in her eyes and flowers in her hair”… como un retazo tardío y fragante de la moribunda Norteamérica de los sesenta.

Sólo una vez besé sus labios, mientras ella oprimía su cintura contra la mía.. para darme celos con otro, más que nada. Fue en esa primavera del 85, contra el tronco de uno de esos enormes abetos del parque… y al revolcarnos en la hierba, destrozamos los poemas escogidos de William Blake.

Otras noches, yo le leía la carta del Jefe Sealth o el On the Road the Kerouack y ella decía que me quería, que un día me llamaría y nos pasearíamos por las carreteras de la costa en un viejo mustang rojo y haríamos el amor como siempre habíamos soñado, en un delirio de porros y whisky, sobre la fresca hierba, en la noche estrellada, bajo la gran montaña sagrada de los indios… escuchando Stairway to Heaven, una vez más…

Pero era sólo un cuento que ella me contaba con esos grandes ojos, y sus labios, cerca... demasiado cerca de mi oído, una bonita historia de inflamados amores imposibles que Dylan convirtió en canción veinte años antes

¿Te acuerdas... Lara Federlein, o Lara Pederson o  Lara in the Sky with Diamonds...?

....

Tú, ángel rubio de la noche,
ahora, mientras el sol descansa en las montañas, enciende
tu brillante tea de amor

WILLIAM BLAKE

lunes, 18 de febrero de 2008

VEGABAÑO













Se llamaba Cristina.

La piel blanca y suave, una media sonrisa dulce un tanto irónica
Monalisa meridional, cálida y melancólica

Nos conocimos en el alto valle de Sajambre

Prados, riscos, grandes hayedos de frescas hojas verdes,
arroyos despeñados entre rocas, árboles y al fondo…

resonaban en mi mente las églogas de Garcilaso que
acababa de leer ese mismo curso

Yo tenía quince años y ella diecisiete

Una tarde nos perdimos en el bosque
atravesamos el arroyo, remontamos por el valle
por la estrecha vereda que escalaba hacia el puerto
nos alejamos del pueblo hasta que apareció tras la colina
como un pequeño belén entre los musgos

Bajo un altísimo cerezo preñado de fruta y sobre la hierba fresca recién cortada

Comimos las cerezas, gustamos nuestras bocas frescas de entonces
sobre el heno oloroso, y bajo el cielo grande
rozaban mis labios tu piel como la niebla cálida abraza las cumbres
al caer la tarde

Y cayó la tarde y tronaron las nubes, retumbaron los montes
donde vagaba el oso hambriento y volaban las águilas inmensas

al anochecer me perdí en tus ojos,
Henchido de deseo viajé por tu cuerpo, colina abajo
Besé tu suave vientre adolescente, tu piel blanca y fría
Y lentamente la flor rosácea de tu pubis se abrió cálida
entre mis torpes dedos

te negabas al placer y me pedías besos,
sólo labio contra labio,
tiernas lenguas enlazadas

Pero al final,
ojo por ojo,
diente por diente,
beso por beso
tus dedos se alargaban
hacia mi cintura
y me dejaste que siguiera
repasando el húmedo pistilo
de tu vientre,
suavemente recorriendo
los estambres cálidos,
tus pétalos abiertos hacia el cielo nocturno

y mientras te miraba
fijamente arrobado,
tus verdes iris brillaban de deseo
y el cálido aliento jadeante de tu boca
anunció el espasmo inminente de tus sentidos


imagen tomada de http://www.picoseuropa.net/invi/gabi/vb.php

miércoles, 13 de febrero de 2008

XANADÚ

Se llamaba Esther, teníamos trece años. Yo me sentaba en el pupite detrás de ella y Esther junto a Margarita. Las dos eran muy altas, más que yo, la otra rubia y ella castaña. Las medias azules le llegaban casi hasta las rodillas y llevaba una falda corta escocesa de uniforme y una rebeca azul marino sobre la blusa blanca.

Olía a primavera y yo contemplaba por la ventana las nubes que a lo largo de la tarde iban creciendo sobre las cumbres del Guadarrama lejano, con sus restos de nieve ya casi invisibles tras las últimas tormentas. Crecía el espliego y florecía la jara blanca y pegajosa en los campos que rodeaban al colegio. Bajo la ventana se extendía el bosque del Soto de Viñuelas donde decían que había gamos y jabalíes y las flores pardas y arracimadas de las encinas daban un toque de color que contrastaba con el verde intenso de sus ramas…

Aquel fin de curso en la fiesta bebimos coca cola y fanta de naranja, comimos patatas fritas y ganchitos y nos deleitábamos con la emoción del baile que se avecinaba al final de la tarde… los grupos de chicos y chicas separados hacíamos comentarios sobre los del sexo opuesto y las chicas se escapaban corriendo cuando alguno de los chicos se acercaba a ellas.

Recuerdo sobre todo sus ojos castaños, la desnudez parcial de sus largas piernas, el perfume de su pecho cuando giraba sobre sí misma al bailar y despedía un dulce olor adolescente, que mantenía mi mirada clavada en su pelo suelto y largo mientras nos movíamos al ritmo de una “Xanadú”,

una pegajosa canción hortera de Olivia Newton John que pocas veces he vuelto a oír pero que no puedo desligar del recuerdo de su olor, su cuerpo fresco, su mirada clara que cuando se posaba en mis ojos me abría mi pecho y me hacía sentir que el mundo en ese instante era un grande y prometedor paraíso de sensualidad y bienestar.

miércoles, 23 de enero de 2008

Y quizás ya te perdí...

Y quizás ya te perdí
ya estiré bastante la cuerda de la desilusión

y ahora dices que ya no crees en mí
que no me he sabido entregar
dejar al corazón abrirse lento pero seguro

quizás ya no pueda ser
siento tu ausencia,
la pequeña cuarentena que me has impuesto
con razón
para dejar de sufrir
dejar de añorarme
dejar de esperar esa palabra de cariño
ese abrazo a tiempo, que...
dices, yo no te supe dar

y has cerrado los caminos que conducen a tu cama
porque ya no sientes la pasión
ya no sientes el dulce arrebato de lanzarte a mis brazos
sin pensarlo dos veces
y lo tengo que aceptar

porque quizás siga atrapado en un recuerdo tóxico
que ya se alarga mucho tiempo
y tiene mi corazón atenazado

lunes, 14 de enero de 2008

Miedo

Tengo miedo de perderte.
Perder tu risa, tu franqueza
tu compañía
nuestras largas tardes de cine
los largos días caminando en la montaña
y todo... por mi culpa

cuando estoy contigo siento la alargada sombra
de la otra
la mujer de antes
la mujer idealizada
la mujer impecable
aparentemente....

se abalanza sobre mí y posee mi recuerdo
como una negra sombra que no me deja ver
como una espesa nevada que no me deja avanzar
que atrapa mis pasos y me deja escuchando....

el dulce canto de las sirenas
los anhelos imposibles,
los recuerdos imborrables,
lo que fue o más bien
pudo haber sido y no fue

en definitiva
"todo lo que perdí
por lo que muero"
como decía Ángel González

y no consigo vivir en el presente...