martes, 11 de septiembre de 2012

Alborada




No dormí un instante
contemplando…
tu rostro apacible, tus ojos cerrados,
tu media sonrisa recostada en la almohada
tu largo cuerpo tierno
trenzados en un caos de sábanas y piernas….

El sol del estío batía contra los muros
pedía paso a raudales
pero compramos más noche
de espaldas a la luz

sonriendo erguida sobre mí
gimiendo como solo tú sabes
riendo cuando todo se ponía … demasiado serio

No dormí ni un momento,
te decía…no quise…
perderme el goce de tus besos
recorrerte lentamente con labios, manos, sueños
abrazados en tu lecho de penumbra
mientras afuera el Sol… latía a tus espaldas



Vivir en ti



Vivir en ti
como vive la luz
en el íntimo recodo del jardín
cuando el sol repasa las últimas hojas,
caricia tibia que lentamente asciende y vuela…

Vivir en ti
como las gotas que amorosamente lamen el liquen
en la umbría ladera de la sierra
e inevitablemente ruedan hacia el reguero.

Morir un poco en tu piel
Como la espuma crepitante,
abandonada por el mar
se funde tiernamente en la arena.

Amar una vez más tu vientre repasado
que entrega su labio al labio
se estremece un instante
y extasiado reposa
Como estanque agitado 
por un súbito aliento de brisa.