lunes, 19 de abril de 2010

tiempo severo






















En el cielo limpio de cenizas
En el cielo limpio de sangre
En un cielo de algodonosas nubes gruesas
Nubes preñadas de lluvia salvífica
Suaves cortinas ondulantes de agua
Tupida manta húmeda y vengadora
Que mezca vuestros cuerpos mancillados en el sur
Que lave vuestra sangre arrebatada
Que borre esa afrenta imperdonable
Y arranque vuestros cuerpos a la muerte

1 comentario:

Anónimo dijo...

del negro de arriba nace el verde de abajo, ergo: dios es negro