Renuncia
Días de levante y furia
En tu cuerpo extraño que no comprendo.
Desenfocado en tus ojos negros
Aparezco débil, sin voz
Postrado inerme ante tu poderío
Pero me dejas, de nuevo,
Abrevar en tu fuente insaciable
Cáliz que otorgas, a veces,
Bajo tu negra mirada expectante.
En tu entrega intermitente, feroz, contradictoria
Me atraes y me expulsas con tu lengua de fuego
Con que hieres y sanas
Y al final, de nuevo, en la alta noche,
Contemplo en suspenso la elegancia de tu espalda
El trapecio de tus hombros morenos
en suave declive hacia tu curva de manzana
Giras tu cabeza de diosa satisfecha y molesta
Ante mi ofrenda extasiada
Mi gesto perdido de ciervo vulnerado
¿No te estarás enamorando?
No te enamores, cachorro….
Déjalo así.. renuncia.
No me pierdas ni me ganes
Envuélvete en mi recuerdo
Y duerme el sueño que restañe tus heridas…
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