martes, 2 de septiembre de 2008

Oblivion
















En el país del verano recogí frutos amargos
donde antes probaba las lúbricas cerezas del alto valle
brevas carnosas en la sombra de tu huerto fresco
junto al mar
gustando el aire salado en tu rostro moreno

En el país del verano
sufrí la calma bochornosa de un tórrido sol de plomo
donde antes la brisa empujaba nuestro velero
de la cálida bahía de tus senos al ancho mar generoso
de la ilusión

Hacia el país del otoño
camino con paso incierto
por los umbríos castañares
de la tarde…
pisando hojas secas de antiguos inviernos
tropezando con mi sombra estirada en el sendero
buscándote tras la curva
junto al arroyo
bajo el cerro
sobre el puente sentados…
de nuevo